Los pavimentos hidráulicos vuelven con fuerza. Este tipo de suelos, que nació a principios del siglo pasado, se pusieron muy de moda durante la década de los 60.
Seguro que tienes algún recuerdo de tu infancia en la que aparezcan estas singulares baldosas. En el piso de los abuelos, de algún tío, en la vieja casa del pueblo…
Con el paso de los años fueron sustituidos por otros tipos de pavimentos o cubiertos con parquet, ya que eran difíciles de mantener y se manchaban con mucha facilidad.
Ahora, con la tendencia a la rehabilitación de pisos antiguos y la vuelta de todo lo vintage, los suelos hidráulicos vuelven a estar de moda.
Sus diseños modernistas, a base de formas geométricas y motivos florales aportan a cualquier estancia un toque de distinción y originalidad.
Los suelos hidráulicos eran fabricados pieza a pieza y aunque aún existen fábricas que producen suelos hidráulicos tradicionales, tiene un coste bastante alto y además precisan de ciertos cuidados para un correcto mantenimiento.
Al ser un pavimento a base de cemento son porosos y absorben cualquier tipo de líquido, por lo que es necesario aplicarle una imprimación para hacerlos impermeables y evitar manchas. Además para su limpieza es necesario utilizar productos específicos que no dañen los colores de las piezas.
Pero hoy en día existen distintas alternativas a los mosaicos hidráulicos originales para que puedas disfrutar de sus hermosos diseños de una forma mucho más práctica.
Existen distintos tipos de pavimentos que imitan y reproducen a los suelos hidráulicos, desde gres cerámico o baldosas porcelánicas, hasta alfombras hidráulicas que reproducen este tipo de suelos con un acabado muy conseguido. Además, gracias a las nuevas técnicas de impresión digital, puedes encontrar diseños de baldosas hidráulicas hasta ahora inimaginables, pudiendo elegir entre una gran variedad de formas, colores y tamaños.
Los suelos hidráulicos se integran en todo tipo de ambientes y estilos decorativos: rústico, clásico, moderno, industrial, vintage…
Aunque la medida más habitual es la tradicional baldosa de 20 x 20, puedes encontrar distintos tamaños, desde 10 x 10 hasta baldosas de 1 metro, lo que aumentan considerablemente las posibilidades de colocación y el uso decorativo de este tipo de pavimentos.
Los suelos pueden colocarse de distintas formas dependiendo del efecto que se quiera conseguir. Puedes formar motivos geométricos que se repitan, crear un tapiz o colocarlos arbitrariamente como un patchwork.
Otros usos y alternativas
Con el paso del tiempo los suelos hidráulicos pueden resultar un poco cargantes visualmente.
Por ello se utilizan también combinados con otros tipos de suelos, formando cenefas o cubriendo áreas delimitadas como lo que ofrecemos con las alfombras de Hidraulik, que reproducen estos suelos pero con numerosas ventajas como facilidad de quitar y poner, apenas mantenimiento..
Además, las baldosas hidráulicas no solo sirven para decorar le suelo, sino también para adornar paredes, encimeras o poyetes:
Los nuevos suelos hidráulicos además, son muy resistentes y pueden colocarse tanto en el interior como el exterior de la vivienda. Son mucho más asequibles económicamente y sin duda, más prácticos que las baldosas hidráulicas tradicionales.
Apenas se manchan y puedes limpiarlos fácilmente sin necesidad de productos específicos. Además, al ser baldosas mucho más finas y ligeras su colocación es más rápida y sencilla que las delicadas piezas originales.
Si te gustan los suelos hidráulicos ya no tienes excusa para ponerlos en tu casa.