Es octubre y la mayoría de familias ya han vuelto a la rutina después de las vacaciones de verano. Para añadir un poco de variedad y diversión a la cotidianidad diaria, os damos unas cuantas ideas de decoración que os pueden ayudar a convertir la habitación de los niños en un espacio inolvidable donde pasarlo en grande.
Suelos acogedores
Aunque a veces podamos pasarlo por alto, el suelo es una parte fundamental de la habitación y juega un papel muy importante en la calidez de la estancia. No hace falta tener parquet o moqueta, con alfombras podemos crear una habitación más acogedora de manera muy rápida y práctica.
Por ejemplo, las alfombras Hidraulik son una opción perfecta para niños. Gracias a su innovador material, el PVC tratado, son fáciles de limpiar, antialérgicas, antibacterianas, ignífugas y un estupendo aislante térmico.
Paredes con alma
Las paredes son un gran aliado para dar personalidad a la habitación. Existen infinidad de opciones para convertir un cuarto sencillo en una auténtica maravilla que enamore tanto a grandes como a pequeños. Podemos utilizar cuadros, ilustraciones, vinilos o papeles estampados para la decoración general. Asimismo, podemos dar magia a elementos aparentemente simples, como perchas y estanterías, para añadir toques especiales.
Rienda suelta a la creatividad
Lo que hace realmente especial una habitación es quien vive en ella. Podemos dar a los pequeños inquilinos la opción de personalizar su propio cuarto de manera limpia y segura. Gracias a pizarras, paredes pintables o incluso rocódromos de ‘quita y pon’ podremos hacer que los niños tengan una relación mucho más emocional y profunda con su parte especial de la casa.