Con la llegada del frío aumentan las ganas de estar en casa y todavía más si es acogedora. No es casualidad que los habitantes de los países nórdicos tengan sus interiores tan bien decorados. Siguiendo su ejemplo, aprovechamos el frío para hacer nuestro hogar más agradable, empezando por la mesa.
Combinar o no combinar, esta es la cuestión
Cuando escogemos los elementos de la mesa tenemos varias opciones. Podemos decidir combinarlos entre ellos para que formen un todo, especialmente a través de los colores. Por otra parte, también podemos conjugarlos de forma más rompedora, escogiendo formas y colores variados que contrasten entre ellos.
Los individuales y caminos de mesa Hidraulik dan mucho juego para juntarlos con los otros objetos. Tanto los modelos de colores neutros, que quedan bien con prácticamente todo, como los diseños más coloridos, que nos permiten combinarlos con distintas tonalidades, son una opción muy versátil y práctica.
Cada detalle cuenta
Una mesa puede estar parada y decorada con multitud de objetos. Decidir cuáles formarán parte de la nuestra también es una decisión importante. Podemos escoger entre individuales, mantel o camino de mesa; las servilletas pueden tener argollas o no; podemos añadir también jarrones, plantas y flores… Una vez escogido todo esto, tendremos que elegir cada elemento en concreto, ya sea como colección (toda la cubertería igual, por ejemplo) o uno por uno, para dar un toque ecléctico.
El centro de la mesa
Un centro de mesa nos puede ayudar a convertir una mesa de cotidiana a elegante en un santiamén. Podemos fabricarlo nosotros mismos e irlo cambiando según las estaciones, los acontecimientos o nuestro estado de ánimo. Es una buena manera de dar originalidad a una mesa sin invertir demasiado en ella y sin comprometernos con un estilo concreto. Por ejemplo, si hemos escogido una vajilla y cubertería neutras, que nos sirvan para todo el año y en cualquier ocasión, con un centro podemos dar personalidad a la mesa… y cambiarlo tan pronto como nos cansemos de él.